Primeros meses > Recién nacido: cómo cuidar el cordón umbilical

Si vas a ser mamá dentro de poco o tienes un bebé recién nacido, agua oxigenada, jabón neutro y una gasa pasa secar es suficiente para limpiar el cordón umbilical hasta que se caiga.

Ago 22, 2019

Una de las cosas que más asustan a los papas, especialmente si se trata de su primer hijo, es cómo cuidar el cordón umbilical. 

Nada más nacer, el médico o la matrona cortan el cordón que le unía con la placeta con material estéril y se coloca una pinza de plástico para evitar que sangre.  Normalmente, este pequeño apéndice estará prendido en el ombligo del bebé durante un par de semanas, aunque no hay momento fijo para que el se desprenda. De hecho, hay niños a los que se les cae a los cinco días y a otros a los que tarda más. Sin embargo, si pasadas cuatro semanas el niño sigue conservando el cordón, te recomendamos que lo consultes con el pediatra para que le realice una exploración. 

No obstante, durante los días en los que el niño lleva prendido los restos del cordón umbilical es necesario dedicar ciertos cuidados específicos, ya que puede darse el caso que los gérmenes habituales en la piel infecten el cordón que aún está sin cicatrizar. Para evitarlo, la higiene es fundamental. Y es precisamente momento, el de limpiar el ombligo, uno de los más delicados y que mayor desasosiego provoca en los padres. 

Sin embargo, para ayudarte, hoy vamos a compartir contigo algunos consejos que debes tener en cuenta a la hora de cuidar el ombligo durante estos primeros días de vida. Verás que con un poco de cuidado en pocos días el muñón se habrá desprendido y tú podrás guardar la pinza como recuerdo. 

 

Así hay que limpiar el cordón umbilical

Antes de salir del hospital, matronas  y enfermeras te darán algunos consejos sobre cuidados básicos del bebé, especialmente durante los primeros días y muchos de ellos relacionados con el cuidado del cordón umbilical. Comprobarás que su recomendación es la siguiente: 

  • Lávate las manos antes de limpiar el cordón.
  • Limpiar la zona del cordón con agua tibia y jabón neutro. Y después, sécalo muy bien.
  • Se puede ayudar a mantener seco el cordón con una gasa limpia y seca que lo envuelva, recambiando la gasa con los cambios de pañal.
  • Es importante que la zona esté lo más limpia posible durante todo el tiempo. Para ello, cambia los pañales frecuentemente. 

Seguro que antes de ser madres habías oído que el cordón umbilical había que curarlo con productos antisépticos, como puede ser el alcohol. Y no estás desencaminada, hace décadas, era así como se cuidaba el cordón umbilical. Sin embargo, estudios recientes contravienen aquella práctica e incluso avalan que el empleo de antisépticos y antibióticos locales o tópicos pueden retrasar la caída del cordón, porque interfiere con el proceso normal de cicatrización.

Así que si vas a ser mamá dentro de poco o tienes un bebé recién nacido, agua oxigenada, jabón neutro y una gasa pasa secar es suficiente para limpiar el cordón umbilical hasta que se caiga.

Signos de alarma

Lógicamente, estos productos químicos deberán ser utilizados en el caso de que se infecte la zona, pero en ese caso tendrá que ser el pediatra quien te diga qué es lo que hay que hacer.

No obstante, es importante que acudas al médico si observas uno o varios de estos síntomas: 

  • Si percibes cierto enrojecimiento o inflamación en la zona del ombligo.
  • Notas que el cordón segrega cierto líquido amarillo con mal olor.
  • Por supuesto, si sangra.  A veces, puede producirse un pequeño sangrado normal con la caída del cordón umbilical o el roce del mismo con el pañal. Pero ante la duda, consúltalo con su pediatra.
  • Como ya hemos visto antes, si el cordón no se cae pasado un mes del nacimiento es causa más que justificada acudir al médico.