Infancia > A mi hijo le cuesta dormir: trucos para irse a la cama

Crear una rutina antes de irse a la cama, ayudará a tu hijo a dormir.

Ene 21, 2019

¿A tu hijo le cuesta dormir? ¿Se despierta muchas veces durante la noche? ¿Es difícil que se vaya a la cama a una hora temprana? Si las respuestas a estas preguntas son sí, no te preocupes, eres una de las muchas madres que luchan cada noche para que sus hijos descansen las horas necesarias. Y es que si bien todos sabemos de la importancia que tiene que los peques de la casa duerman un mínimo de horas, también todos somos conscientes de lo complicado que puede llegar a ser a veces. Para ayudar en la tarea de conseguir acostar a tu hijo a una hora razonable, en Nutribén Internacional te damos una serie de trucos que ayudarán a irse a la cama. ¡Toma nota!

Trucos para dormir a tu hijo

Crea  una rutina de sueño

Es fundamental que la vida de los niños esté marcada por la rutina, pues eso les aporta seguridad y facilita su desarrollo. También en el sueño. Para establecer una buena rutina nocturna, es importante saber las horas que debe dormir un niño según su edad. Así, un recién nacido puede llegar a dormir hasta 16 horas. A medida que va creciendo, el pequeño irá necesitando menos horas de descanso.

Repetir actividades nocturnas con el bebé

Para crear una rutina de sueño, el siguiente paso es establecer una serie de actividades que se han de repetir cada noche antes de irse a dormir. Puede ser desde bañarle con agua caliente, ofrecerle un biberón, en el caso de los más pequeños, hasta cepillarse los dientes o leerle su cuento preferido. De esta forma, estarás favoreciendo la creación de un ritual que sirva de antesala al momento de irse a dormir y que le va a ayudar a conciliar el sueño.

trucos para dormir

Intenta que se vaya a la cama siempre a la misma hora

Intenta que se vaya a la cama siempre a la misma hora

En la medida de lo posible, intenta acostar al pequeño siempre a la misma hora, pues contar con horarios fijos facilitará que el pequeño acepte sin protestar irse a la cama a su hora. Lo mismo sucede con la hora de levantarse. Se trata de que el comienzo y el final del sueño esté marcado siempre por las mismas horas.

Es posible que en época de vacaciones estos horarios sufran modificaciones, especialmente verano. En este caso, es lógico que atrases el momento de ir a la cama por el aumento de horas de luz, pero aún así, debes marcar un horario y ser estricto/a con él.

El ejercicio, tu gran aliado

A nadie se le escapa que hacer deporte ayuda a conciliar el sueño. Y los niños no son menos. Cuanto más cansado y relajado esté un niño al final de la tarde, mejor dormirá. Para conseguirlo, es fundamental que durante el día realicen actividad física, ya sea practicando deporte o bien jugando al aire libre. Recuerda que los niños tienen mucha más energía que los adultos y que es importante que la liberen para poder descansar.

Nada de actividades excitantes antes de irse a la cama

Anteriormente hemos comentado la importancia de que el niño esté lo más relajado posible para irse a la cama, eso implica que hay que evitar actividades que le puedan excitar a última hora del día, como puede ser jugar a los videojuegos o ver la televisión. En cambio, es más que aconsejable leerle un cuento, ya que contribuye a conseguir un estado de relax.

Una luz tenue para los más miedosos

En ocasiones, la razón por la que los niños no quieren irse a la cama o no duermen todo lo bien que debieran se debe al miedo que les produce la oscuridad. Si es el caso de tu hijo/a, no dudes en dejarle una luz suave para que no se asuste en caso de que se despierte en mitad de la noche.  

Cuidado con la alimentación

Los pediatras también aseguran que una mala alimentación influye en la calidad del sueño del niño o del bebé. Existen comidas que excitan, como pueden ser los bocadillos y los azúcares, por tanto, es fundamental evitar estas comidas y/o refrescos en las horas previas a irse a la cama si queremos que nuestro hijo/a descanse adecuadamente.  

Mantén siempre la calma

Es más que probable que en algún momento el llanto y las quejas de tu hijo por no querer dormirse te hagan perder la paciencia y los nervios. Aunque es una reacción normal, para conseguir que se acueste es fundamental mantener la calma y mantener una actitud recta pero conciliadora donde no debe haber lugar para gritos ni regañinas. Si hay regañinas, sólo conseguirás que el niño se ponga más tenso y empeorar la situación.

¿Por qué es importante que un niño se vaya pronto a la cama?

Además de por el necesario descanso, el sueño en los niños tiene otro tipo de beneficios igualmente necesarios para su desarrollo físico, mental y cognitivo:

  • Durante el sueño infantil, los niños asimilan y organizan lo visto y aprendido, lo que da lugar a una mejor maduración física y psíquica.
  • Según estudios, los niños que no duermen adecuadamente muestran síntomas de hiperactividad, ansiedad y depresión.
  • Mejora la atención, el aprendizaje, el positivismo y estimula la creatividad y la imaginación.

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