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Si tu bebé ya ha cumplido los seis meses o está a punto de hacerlo, tu pediatra te aconsejará empezar a introducir la alimentación complementaria. Sin olvidar que en esta edad la leche aún es la base de la alimentación del bebé, lo cierto es que es el momento que ha estipulado la OMS para que el pequeño comience a probar otros alimentos. 

Ago 14, 2019

Papilla de arroz y leche para desayunar

Si tu bebé ya ha cumplido los seis meses o está a punto de hacerlo, tu pediatra te aconsejará empezar a introducir la alimentación complementaria. Sin olvidar que en esta edad la leche aún es la base de la alimentación del bebé, lo cierto es que es el momento que ha estipulado la OMS para que el pequeño comience a probar otros alimentos.
En este punto, puedes unirte a la corriente Baby Led Weaning (BLW), que consiste en ofrecer comida sin triturar o bien darle purés para la comida y papillas en el desayuno. Si tu elección es ésta última, el consejo médico es comenzar con los cereales, pues son la base de una alimentación equilibrada. Son el combustible del cuerpo, pues su mayor aportación es la energía, hidratos de carbono, minerales y fibra.

De entre todos los cereales que existen, los primeros que hay que ofrecer al pequeño son los que no tengan gluten, pues una introducción precoz del gluten en la alimentación infantil puede acarrear problemas de intolerancias o incluso celiaquía. No queremos dejar pasar la oportunidad de comentarte que hace unos años, los pediatras solían recomendar a los padres que no les dieran a sus hijos cereales con gluten hasta los 8 o 9 meses de vida. Sin embargo, ahora la prescripción médica ha acortado el plazo a los 7 meses.
Pero hasta que llegue este momento, ahora es el momento de dar a tu bebé es papilla de cereales sin gluten. Y en este sentido, los más populares son el maíz y el arroz. Especialmente el arroz, por las innumerables propiedades que tiene y sus beneficios en el organismo desde la más tierna infancia. ¿Quieres descubrirlas?

Propiedades del arroz

Normalmente, el arroz es el perfecto cereal para comenzar la alimentación complementaria del niño. Lo primero porque sueles gustarles mucho, también es fácil de preparar y es muy versátil. Pero sobre todo, por sus importantes beneficios para la salud. Y en especial la de los bebés.

Cualquier momento es bueno para que tu hijo disfrute de una deliciosa papilla de arroz, pero si tuviéramos que aconsejarte una comida del día, esa sería, sin duda, el desayuno. La razón de esto es porque la principal aportación del arroz al organismo es la energía. Además, también contienen un alto porcentaje de hierro, lo que ayuda a evitar la anemia.

El arroz tiene mucha vitamina A, que previene enfermedades en los ojos, fortalece el sistema inmunitario, -fundamental en las primeras etapas de la vida-, y tiene propiedades anticancerígenas. El sistema digestivo de los bebés va madurando con el tiempo, por eso, los primeros alimentos que tome deben ser especialmente digestivos, como es el arroz. Además, puede considerarse una importante fuente de fibra, lo que ayudará al pequeño a hacer la digestión y contribuirá a que goce de regularidad intestinal.

Y por si fuera poco, este cereal contiene mucha proteína, que ayuda al desarrollo de los músculos, también muy importante en esta época que está en pleno proceso de desarrollo. Así como más de 15 vitaminas y minerales. Además, no contiene colesterol, lo que ayuda a mantener en los niños un peso sano. Y es que cuando tu hijo comience a tomar papillas notarás que se queda mucho más saciado después de cada toma, pero puedes estar tranquila porque estará ganando peso de manera saludable.
Para eso es fundamental elegir una papilla que no contenga azúcares adicionales, como es el caso de la Crema de Arroz de Nutribén, una papilla instantánea y muy suave, elaborada con harina de arroz a partir de un innovador sistema natural en el que no interviene ningún proceso químico: La hidrólisis térmica. Con esto se consigue que la papilla se disuelva muy bien y espese antes, para que así no haya que añadir exceso de producto y se evita la sobrealimentación del bebé, y en consecuencia posibles problemas de sobrepeso.