Infancia > Estimulación temprana: Estimula a tu bebé desde el primer día.

Por estimulación temprana se entiende al conjunto de acciones y ejercicios que tienen como objetivo ayudar a desarrollar las capacidades del niño, ya sean motoras, cognitivas o sociales.

Oct 21, 2019

Desde que eres madre, seguro que habrás oído hablar, y mucho, sobre la importancia de la estimulación temprana. Pero, ¿sabes qué es, para qué sirve y qué beneficios tiene? Pues bien, para dar respuesta a todas estas preguntas, hoy te vamos a hablar de la importancia de estimular a tu bebé desde el primer día, así como darte las claves e incluso algunos ejemplos de ejercicios según la edad del bebé. 

Por estimulación temprana se entiende al conjunto de acciones y ejercicios que tienen como objetivo ayudar a desarrollar las capacidades del niño, ya sean motoras, cognitivas o sociales. Es decir, lo que se pretende es ofrecer al pequeño distintas situaciones que le permitan explorar y así despertar destrezas y desarrollar habilidades de manera natural. 

Según los expertos, estás técnicas son más efectivas cuando se producen más conexiones neuronales y esto sucede, precisamente, desde los 0 a los 6 años. De ahí la importancia de estimular al bebé cuanto antes.

Lógicamente, los ejercicios y actividades deben estar adaptadas a la edad del niño. Cada actividad debe adaptarse al nivel de desarrollo del pequeño. 

Entendiendo esto, veamos en qué debe consistir la estimulación temprana dependiendo de la edad del niño:

Hasta los 12 meses

Durante el primer año de vida, los ejercicios tienen que estar pensados para potenciar los cinco sentidos… pero ¿Cómo? 

El olfato puedes estimularlo pasándole por la nariz olores suaves y diferentes; para la audición, susúrrale a la hora de dormir, háblale mientras come o bien déjale que coja sonajeros.

Los objetos luminosos y móviles son una excepcional manera de estimular la visión y la coordinación ojo mano, pues la reacción del pequeña será querer cogerlo.

Y en cuanto al tacto, nada mejor que las caricias y los abrazos. Pero también puede ser muy provechoso frotar sus pies, hacerle cosquillas, ofrecerle juguetes de diferentes texturas….Además de estimulación, el peque se lo pasará fenomenal.

De 12 a los 18 meses

A medida que el niño va creciendo y madurando, necesita ejercicios algo más complejos que le permitan ir avanzando.

En este sentido, a partir del año, es un buen momento para introducir la música y los cuentos en su universo. En la medida que pueda, irá repitiendo las letras y con ellas, mejorará y avanzará en el habla.

 

estimulación temprana_ejercicios

De 12 a los 18 meses

En esta etapa, se producen dos grandes cambios: comienza a andar y a hablar. Por tanto, ahora es el momento de intensificar las sesiones de estimulación. Para ayudarle en la mejora del movimiento, potencia los juegos que implican desplazarse o cógele de los brazos y haz que ande.

En cuanto al lenguaje, habla con él, logrando captar su atención a tu boca. Pero también pregúntale para que él comience a expresarse.

Desde los dos hasta los 6 años

En este momento, lo fundamental es alcanzar una socialización correcta. A partir de los 3 años, el niño comienza la etapa escolar y es por eso por la que la estimulación tiene que ir dirigida a que el pequeño desarrolle sus habilidades sociales. Para lograrlo, incentiva los juegos en grupos, llévale al parque para que se relacione con otros niños.

Para estrechar lazos familiares, organiza reuniones familiares donde el niño participe y se exprese, opine…Organiza también actividades familiares que le permitan vivir experiencias nuevas y también disfrutar de un ambiente lúdico y rodeado de cariño.

No obstante, e independientemente de la edad del niño, existen ciertas características que siempre deben acompañar las sesiones de estimulación temprana:

  • la estimulación no puede ser una obligación para el niño, por lo que en ningún momento se le debe forzar. Se trata de un momento divertido en el que aprende y descubre el mundo que le rodea. De hecho, lo mejor es entender las sesiones de estimulación como un juego para que el niño no se entere y esté más receptivo.  
  • Es importante que cada ejercicio se practique en el momento adecuado y en orden. No se trata de sobreestimular.
  • No hay que forzar en ningún momento al niño para hacer los ejercicios estimuladores. Si no le apetece, o el juego no le parece divertido, lo dejaremos inmediatamente.
  • El objetivo de la estimulación temprana no es crear niños superdotados, sino mejorar habilidades que serán imprescindibles en el futuro. 
  • No todos los niños siguen el mismo ritmo, cada uno necesita un tiempo distinto. Lo mejor es no compararle con otros niños, pues lo único que conseguirás es agobiarte y que que el pequeño sufra problemas de autoestima.