Si tu bebé tiene estreñimiento lo mejor es que le lleves al pediatra y que sea el especialista quien te diga qué hacer, pues cuando más se prolongue la situación, las heces se volverán más duras y será más difícil que las expulse.
¿Hace días que tu bebé no hace caca, mueve las piernas insistentemente, llora sin parar, se muestra molesto y se pone rojo intentando empujar? Si la respuesta es sí a una o varias de estas preguntas, lo más probable es que tu hijo esté sufriendo una etapa de estreñimiento.
Este problema, aunque muy incómodo es muy natural en los primeros meses del bebé. Y está relacionado con la inmadurez del sistema digestivo. Por supuesto, ante esta situación, lo mejor es que le lleves al pediatra y que sea el especialista quien te diga qué hacer, pues cuando más se prolongue la situación, las heces se volverán más duras y será más difícil que las expulse. Pero además de seguir sus consejos, existen ciertas pautas que pueden aliviar al pequeño ante este típico malestar. Son las siguientes:
- Si el estreñimiento está provocado por la leche de fórmula, puedes poner un poquito más de agua en la mezcla, pese a que rompas la proporción de 1 cacito de polvo por 30 ml de agua. La razón por la cual te aconsejamos que hagas esto es porque cuanta más agua ingiera el pequeño, las heces se ablandaran más y mejor y así le será más fácil expulsarlas.
- Si las fases de estreñimiento son muy frecuentes, prueba a ofrecerle leches especialmente formuladas para aliviar este problema.
- Otra manera de aliviar la sensación de pesadez característica es bañar al bebé en agua templada para que le estimule el tránsito intestinal.
- Un zumo de naranja también puede ser un buen remedio para que el pequeño supere este pequeño bache. Por supuesto, el zumo tiene que estar muy reducido en agua, ya que el ácido de la naranja puede dañar su estómago.
- Y si el pequeño ya está en la fase de alimentación complementaria, no dudes en darle purés de verdura y fruta con fibra para que le ayuden a expulsar las heces.
- Introducir un supositorio de glicerina también puede ser una buena alternativa para que el pequeño pueda evacuar.
- Y por último, pero no por ello menos importante, puedes llevar al niño a un fisioterapeuta pediátrico para que le de unos masajes en la tripa. Los movimientos le estimularán y ya verás como enseguida el pequeño comenzará a expulsar las heces. Durante la sesión, toma nota de los ejercicios para así poderlos practicar tú mismo en casa.
No obstante, aquí te explicamos algunos de los movimientos más efectivos:
- Ponle boca arriba y desliza tus manos desde las costillas hasta las ingles con las piernas en alto.
- Muévele las piernas de arriba abajo y flexiónalas suavemente contra el vientre manteniendo la postura durante unos segundos. A continuación, estirarlas y vuelve a repetir los movimientos.
- Aprovechando que tiene las piernas en alto, gíraselas formando círculos y alterna este movimiento con el de pedaleos como en la bicicleta.
- Pon tus manos a ambos lados de su costado a la altura del ombligo y presiona ligeramente.
- Otro ejercicio es hacer círculos con las manos sobre su tripa en sentido de las agujas del reloj. Primero con una mano y a continuación con la otra.
- En muchas ocasiones, el estreñimiento puede venir provocado por una acumulación de gases. Un buen ejercicio para ayudarle a expulsarlos es dibujando una I en el lado derecho del vientre del bebé; luego dibujar una L invertida, y después una U invertida, de esta manera conseguimos ir sacando los gases que haya acumulados poco a poco ayudando a eliminarlos o disolverlos.
- Y para finalizar con la sesión de masajes, hazlo con un ejercicio divertido que además de efecto, a el niño le gustará por las cosquillas que le puede producir. Consiste en caminar con los dedos por el vientre del bebé. Sencillo, ¿verdad?