La nutrición juega un papel fundamental en la salud y bienestar general a lo largo de toda la vida, pero muy especialmente durante la infancia.
Tu pequeño ya ha superado la fase de los purés y ha llegado el momento de sustituir la comida de bebés y ofrecerle la alimentación sólida. Es probable que las primeras veces rechace el alimento y es normal, dado que la textura y el sabor a menudo cambian. Pero ¿qué sucede si transcurre el tiempo y el niño sigue sin querer ciertas comidas? Precisamente de eso vamos a hablar hoy. Te vamos a dar unas pautas para enseñar a tu hijo a comer todo tipo de alimentos.
Consejos para que el niño coma todo tipo de alimentos
La nutrición juega un papel fundamental en la salud y bienestar general a lo largo de toda la vida, pero muy especialmente durante la infancia. De hecho, está científicamente comprobado que si durante los primeros años de vida ha existido ciertas carencias nutricionales esto se puede traducir en enfermedades en la edad adulta. Precisamente para evitar esto, lo mejor es que los niños sigan una dieta muy variada y equilibrada y para conseguirlo, nada mejor que el niño coma todo tipo de alimentos. Sin embargo, somos conscientes de que conseguirlo no es sencillo y que durante la transición de la comida de bebés a la de mayores siempre hay cierto tipo de alimentos que se cruzan en el camino y dificultan el objetivo. Afortunadamente, existen ciertos tips que pueden ayudar. ¿Quieres saber cuáles son?
Ármate de paciencia
Educar a los niños implica hacer gala de muchísima paciencia, y a la hora de adquirir buenos hábitos alimenticios más. Ante sus negativas, tienes que mantener la calma y no desesperarte, pues los nervios solo harán crear un ambiente de tensión poco favorable para que el niño coma.
Enséñale el porqué es importante que coma de todo
La razón por la que debe existir un clima relajado en esta situación es porque el niño debe entender la importancia de comer todos los alimentos que hay en el plato. Por eso, desde el relax, debes explicárselo de manera comprensible para él. Si le estás gritando o enfadada, el niño no está receptivo para aprender y se va a enrocar en su decisión de no comer.
Que al menos pruebe la comida
Es más que probable que el niño te diga que no come porque no le gusta sin haber ni siquiera probado el alimento. En esta situación, intenta convencerle de que primero coma un poquito y decida si le gusta o no. En el caso de que le guste, saldrá de él seguir comiendo; si no le gusta, explícale que podéis buscar soluciones juntos.
Buscar recetas atractivas
Es muy importante involucrar al pequeño en la resolución de los conflictos. Y un buen ejemplo es todo lo relacionado con la nutrición infantil. Si el niño, después de probar la comida, sigue con su negativa a comer, prueba a ofrecerle el mismo alimento pero acompañado de otro que sí le guste. De esa manera se animará a comer.
También puedes emplatar de una manera divertida. Es decir, disponer los alimentos en el plato dando lugar a formas que le llamen la atención. O bien innovando las recetas. Por ejemplo, si el niño se niega a comer coliflor rehogada, ¿por qué no haces una pizza de coliflor? Es el mismo alimento, son los mismos nutrientes, sin embargo, se lo estás ofreciendo de una manera mucho más atractiva para él.Incluso, puedes involucrar al pequeño pidiéndole que te ayude a preparar su comida.
Da ejemplo y comed todos juntos
De nada sirve lo visto hasta ahora si no damos ejemplo. Para los niños, los padres somos su mayor espejo y por eso nosotros también debemos seguir una alimentación equilibrada. No podemos esperar que los peques coman fruta y verdura si nosotros no lo hacemos. Y para ello, nada mejor que comer todos juntos para que se dé cuenta de que toda la familia come lo mismo.
Instaurad determinadas costumbres
Además de lo visto, para ayudar a mejorar los hábitos alimenticios infantiles también es importante instaurar ciertas costumbres que lo favorezcan, como por ejemplo, que el niño no picotee entre horas; que coma a la misma hora y en el mismo lugar y que incluso ayude a poner la mesa.
Y lo que nunca hay que hacer…
Como ves, hay muchas opciones que puedes llevar a cabo cuando el niño no quiera comer. Lo que nunca debe suceder es tirar la toalla y ceder a sus deseos preparando otra comida. Entendemos que la hora de la comida puede llegar a ser muy estresante pero es muy importante que el niño se acostumbre a comer de todo y eso implica buena dosis de paciencia, tiempo e ingenio.