Primeros meses > ¿Cómo preparar un biberón?

El proceso de preparar un biberón es muy sencillo, sin embargo, es importante seguir unas pautas para asegurarnos de que el bebé se alimenta correctamente

Abr 3, 2019

La Organización Mundial de la Salud recomienda alimentar a los bebés con leche materna en exclusiva hasta los seis meses de vida. Sin embargo, esto no siempre es así, y son muchos los factores que pueden hacer que esto no se cumpla. Por tanto, es fundamental que sepas cómo preparar un biberón. Incluso, si tu opción es la lactancia materna durante el tiempo aconsejado, es más que probable que en algún momento de la vida del pequeño tengas que darle uno. ¿Quieres descubrir cómo preparar un biberón correctamente?

El proceso de preparar un biberón es muy sencillo, sin embargo, es importante seguir unas pautas para asegurarnos de que el bebé se alimenta correctamente, se trate de un biberón de leche materna o de leche infantil artificial.  

La esterilización es fundamental

La higiene es especialmente importante a la hora de preparar un biberón. Además de tus manos, el biberón y tetina debe estar muy limpios. Para ello, después de cada toma lava con agua y jabón la tapa, la rosca, la tetina y el vaso. Después, esterilizarlo, ya sea hirviendo todos los componentes del biberón en agua hirviendo durante unos minutos o bien utilizando un esterilizador de biberones.   De esta forma tendrás todo preparado para la siguiente toma.

Usa agua hervida o mineral

Este consejo es válido solamente cuando se trate de biberones con leche de fórmula, lógicamente. Para ello, utiliza leche o hervida o mineral en la cantidad que el bebé te marque. En cuanto a la temperatura, si es invierno, templa el agua en el microondas y si es verano, es recomendado que esté del tiempo. También puedes calentar el biberón al baño maría o en un calientabiberones. Lo que te sea más sencillo.

En el caso de que tu opción sea la lactancia materna, también puedes preparar biberones con tu propia leche. En este caso, bastará con que calientes la leche.

Sigue la proporción 1 caso por cada 30 ml de agua

Posiblemente, ésta sea la parte más importante de todo el proceso de preparado. Cuando se prepara un biberón con leche de fórmula hay que seguir unas medidas estipuladas y que se resume en echar un cacito de polvo por cada 30 ml de agua. Es importante que el cacito siempre este raso y que se siga esta proporción, pues si nos pasamos con el polvo, podremos provocar problemas digestivos e incluso renales. Y si por el contrario, echamos menos polvo del necesario, el bebé no recibiría todo el alimento que debiera. Por tanto, mucho cuidado en esta fase.  

Mezclar y probar

Una vez vertidos los cazos correspondientes, ha llegado el momento de mezclarlo todo. Para ello, coloca la tetina, la rosca y ciérralo para poder agitarlo enérgicamente. Así la leche se disuelve y se reparte el calor por igual. Recuerda que la temperatura óptima del líquido debe estar entre los 35 y 37ºC. Para controlar la temperatura, lo mejor es que viertas un poco de leche en tu muñeca para comprobar que no quema.

El bebé y tú tenéis que estar cómodos

Para el éxito de la toma, es fundamental que tanto tú como el bebé estén cómodos y adoptéis una postura que os permita disfrutar. Él, de la comida y tú de alimentarle.

La mejor forma de dar de comer a un lactante es sentado en un sillón con la espalda pegada al respaldo lo más recta posible. Coloca al niño en tu regazo y apoya su cabecita en tu brazo. Asegúrate de que el bebé no esté completamente tumbado para evitar posibles atragantamientos.

Tetina adecuada a su edad

Para una alimentación correcta es fundamental que la tetina que utilices sea la adecuada para la edad del bebé. Así, los recién nacidos utilizan tetinas con un solo agujerito, lo que hace posible que la leche salga de manera muy controlada y lenta.  A medida que el niño va creciendo tendrás que ir utilizando tetinas con dos y tres agujeros para que el flujo de líquido sea mayor y más rápido.

Sea la tetina que sea, tienes que asegurarte de que el biberón esté inclinado durante la toma la tetina para que la tetina siempre esté llena de leche. De lo contrario, el niño lo único que absorbería sería aire y no leche.  

Y para terminar…¡fuera gases!

Una vez colocados, y con el biberón colocado correctamente, el pequeño succiona hasta beber toda la leche. Este proceso durará unos 15 minutos aproximadamente, siendo muchas las variables que hay que tener en cuenta: edad del pequeño, cantidad de leche, hambre… etc. Una vez que haya terminado, es momento de expulsar los gases que haya podido coger durante la toma. Para ello, incorpórale y apóyale sobre tu hombro; o bien, siéntalo e inclina su cuerpo hacia delante sujetándole la cabeza por la barbilla. ¡Salud!

En el caso de que no se haya terminado la leche, no vuelvas a utilizarla para la siguiente toma por razones de seguridad alimentaria. Lo mejor es que la tires y vuelvas a limpiar y esterilizar el biberón para la próxima comida.