¿Sabías que la alimentación juega un papel fundamental para conseguir que tu hijo disfrute de un sueño reparador?
Mucho se ha hablado de la importancia del baño y de mantener una rutina para que el bebé duerma profundamente. Sin embargo, ¿sabías que la alimentación también juega un papel fundamental para conseguir que tu hijo disfrute de un sueño reparador?
Hoy te contamos cómo debe ser la alimentación de un bebé para que pueda dormir bien.
Cómo dormir a un bebé recién nacido
Si tu hijo aún es lactante, ya tome leche materna o de fórmula, lo más importante es que el pequeño se quede saciado y haga una digestión adecuada, pues cuanto mejor sea ésta, más placentero será su descanso. Y es que en la digestión del bebé no solo influye el tipo de alimento, sino también la ingesta de aire. Si traga aire durante las tomas, su estómago se hincha y se llena de gases. Esto hará que el bebé esté incómodo y con un malestar que le impedirá descansar adecuadamente.
En este sentido, la manera en la que tú puedes ayudarle es evitando, en la medida de lo posible, que coja el menor aire posible. Si se trata de lactancia materna, ayúdale a expulsar los gases después de cada toma. Y en el caso de que se trate de biberón, utiliza aquellos que son anticólicos y después, haz que expulse los gases con palmaditas en la espalda o con masajes en la tripita.
Cómo dormir a un bebé que come papillas
Si tu hijo ha dejado la lactancia y ya come purés y papillas, también hay fórmulas que ayudarán a que el bebé duerma bien. Para ello, la clave está en saber qué alimentos favorecen el sueño y cuales hacen todo lo contrario, lo dificultan.
Estos son:
ALIMENTOS QUE FAVORECEN AL SUEÑO
-Las verduras y las hortalizas frescas son, además de muy sanas, unos perfectos aliados para que el bebé duerma bien, por lo que son un ingrediente indispensable de los purés de la noche.
-Los huevos, el pescado y los cereales también son otra alternativa para las cenas, pues tienen un alto contenido en vitamina B, que fortalece el sistema nervioso y hacen que el pequeño esté menos irritable.
-Y por supuesto, para terminar, un biberón de leche calentita para que el bebé se relaje e incluso se duerma. Este efecto tranquilizador se debe al triptófano, una sustancia que hace que el cerebro segregue serotonina, que disminuye la actividad nerviosa.
ALIMENTOS QUE DIFICULTAN EL SUEÑO
Por el contrario, también existen otros alimentos que por su composición dificultan que el pequeño concilie el sueño y por tanto debería reservarse su consumo para el mediodía. Estos son:
Los hidratos de carbono, como es la pasta, o los azúcares, en el caso de la bollería, proporcionan mucha energía de manera inmediata, lo que es incompatible con que el pequeño logre dormirse en su cuna al poco tiempo.
Las legumbres y otros alimentos ricos en proteínas no deben faltar en las papillas de un bebé, pero no en la última comida del día, pues aportan energía y potencian el estado de alerta.
¿Y qué decir del chocolate?… Es un excitante.
Otros consejos para dormir a un bebé
Además de la alimentación, es importante que tengamos presentes otras pautas que nos ayudarán a que el bebé tenga unos dulces sueños.
Pasados ya los primeros tres meses de vida, los bebés tienden a regularizar su sueño, aunque también es cierto que una ayuda nunca viene mal. Para lograr que los periodos de sueño vayan siendo progresivamente más largos durante la noche, podéis ayudarle desde sus primeros día de vida a ir percibiendo paulatinamente la diferencia día/noche.
Para ello, haz que el bebé duerma durante el día con luz natural y con los ruidos cotidianos. Ya por la noche debe dormir a oscuras y sin ruidos. De esta forma aprenderá a diferenciar el día de la noche. Si durante la madrugada tienes que darle una toma o cambiarle el pañal, no le sobreestimules. Háblale en susurros y con una luz muy tenue para que así vuelva a conciliar el sueño con mayor facilidad.