La correcta alimentación de un bebé es determinante tanto en su presente como para su futuro. Y es que de ello depende, no solo saciar el hambre, sino también ayudar al correcto desarrollo físico y mental.
La correcta alimentación de un bebé es determinante tanto en su presente como para su futuro. Y es que de ello depende, no solo saciar el hambre, sino también ayudar al correcto desarrollo físico y mental.
Por lo que, es importante saber cómo alimentarlo según vayan pasando los meses e incluso los años. Y para orientarte, nada mejor que el pediatra del pequeño, quien te irá marcando las pautas de alimentación para cada etapa.
Cada niño tiene un ritmo distinto, pero en líneas generales, podemos explicarte las claves sobre alimentación infantil según cada edad.
Recién nacido y hasta los seis meses
Está científicamente comprobado que la lactancia materna es la mejor manera de alimentar al bebé durante los seis primeros meses de vida. Además de incluir todos los nutrientes que necesita el niño, la leche materna proporciona una gran cantidad de defensas además de que estimula su propio sistema inmunológico; se digiere fácilmente, reduce la predisposición a sufrir enfermedades respiratorias; y previene las alergias, entre otros muchos beneficios. ¿Se le puede pedir más?
NO obstante, también existe la posibilidad de alimentar al bebé con leche de fórmula. Afortunadamente, el mercado ofrece ahora una amplia variedad de leches artificiales cuya composición se asemeja bastante a la materna.
Incluso, se puede optar por una lactancia mixta; alternando tomas al pecho con biberones.
Como ves, son varias las opciones que existen en la alimentación de los recién nacidos. Solo tienes que elegir aquella en la que los dos os sintáis más cómodos.
No obstante, sí hay ciertas claves que tienes que tener muy en cuenta en esta fase, independiente del tipo de lactancia que estés realizando.
- Alimentación a demanda: Los pediatras recomiendan alimentar al bebé cada vez que él quiera y la cantidad que necesite. Ya sea poniéndolo en el pecho o bien dándole el biberón.
- Tomas cada tres horas: En ningún caso, entre toma y toma puede transcurrir más de 3 horas de diferencia.
- Solo toma leche: su aparato digestivo aún no está preparado para recibir otro alimento que no sea leche, ni siquiera agua. Tendrás que esperar las indicaciones de su pediatra en la siguiente fase.
Desde los 6 hasta los 12 meses
Tu bebé ha crecido y su organismo necesita otro tipo de nutrientes para poder seguir evolucionando. Es entonces cuando llega la alimentación complementaria, aunque no por ello hay que olvidarse de la leche ya sea materna o artificial, porque aún juegan un papel muy importante en su nutrición.
Así, dependiendo del mes que vaya cumpliendo tu pequeño, el pediatra o la enfermera te irán indicando qué alimento tienes que ir introduciendo en su dieta. Pero para que te hagas una idea:
- 6 meses: A partir de ahora los biberones irán con leche y además con cereales. Eso sí, sin gluten. A la hora de la comida, ha llegado el momento de introducir las verduras y hortalizas más básicas: patata, judías verdes, guisantes, calabacín, calabaza…. Puedes preparar purés de con todo tipo de verdura, todas menos las de hoja grande; o bien un puré con una sola verdura.
Para la merienda, el protagonismo lo tienen las frutas. Las más habituales son la manzana, la pera, la naranja y el plátano. Las frutas con pelo, como son el melocotón o la paraguaya tendrás que dejarlas para más adelante.
- 7 meses: Un mes después, y cuando el niño ya está acostumbrado a comer con la cuchara, prueba a incluir en el puré de verduras las carnes blancas: pavo, pollo y ternera blanca.
- 8 meses: Al mes siguiente, el pequeño ya puede tomar carnes rojas e incluso pescado blanco.
En cuanto al gluten, empieza a introducirle los cereales que lo incluyan. Si notas cualquier tipo de alteración, no dudes en consultárselo al médico para que le hagan las pruebas pertinentes, ya que podría tratarse de un caso de intolerancia o bien celiaquía.
- 10 meses: A los diez meses se comienza a introducir el huevo. Primero la yema. Semana a semana vas a introduciendo un cuarto de yema, hasta que al final introduzcas toda la yema.
- 12 meses: Al año, ya puedes incluir en el puré también el huevo. Por supuesto, cualquier reacción alérgica, consúltalo con el facultativo.
Además, ya puedes ofrecerle el resto de frutas. De tal forma, que cuando el niño cumpla el año ya pueda comer prácticamente de todo.
En los últimos tiempos, hay una tendencia cada vez más reciente que consiste en introducir estos alimentos en los mismos tiempos que los ya vistos pero no en puré, sino enteros. Es lo que se conoce como Baby Led Weaning o BLW.
Si esta es tu opción elegida, el mayor hándicap que presenta es el riesgo a que el pequeño sufra un atragantamiento. Para minimizar situaciones dramáticas el pequeño tiene que:
- Tiene que comer sentado y estable.
- NO dejarle solo nunca.
- Ofrecerle trozos muy pequeñitos.
- Y debe tener interés por la comida y saber rechazarla cuando ya esté satisfecho.